Como cada mañana, una mujer entra en una cafetería, encontrándose ese día con que todo el mundo está en silencio y con actitud extraña, en lugar de estar hablando, como sería lo normal a esas horas del desayuno...

Un increíble cortometraje dirigido por Nacho Vigalondo. El director logra una historia romántica, divertida, extravagante, con cierta profundidad y entremezclada con lo musical, uniendo todos estos elementos a la perfección sin resultar recargado.

Un divertido cortometraje con cierto toque surrealista, con un aire gamberro y trazado con un ingenio maravilloso. La parte musical funciona a la perfección, con un tema musical increíble, loco y divertido, y una coreografía maravillosa interpretada por el propio Vigalondo. Y a todo esto se le suma Marta Belenguer, quienes muchos españoles recordaremos con cariño. Un 7'2.