The Evil Dead
October 15, 1981
Mario.mg09
7
September 1, 2025
Cinco chicos van a pasar el fin de semana a una cabaña perdida en un espeso bosque en las montañas de Tennessee. Una vez instalados, y cuando se encuentran cenando, la trampilla que da acceso al sótano se abre de golpe. Extrañados, deciden bajar a investigar. Allí encuentran un magnetófono, un extraño cuchillo ritual y un libro antiquísimo.
'The Evil Dead' no es una simple película, es la demostración de que no se necesitan grandes medios para hacer una gran obra. Sam Raimi tenía la necesidad de contar una historia, quería hacer una obra bizarra y divertida, no tenía muchos medios, pero da igual, porque quien es buen director, no necesita grandes medios, así que Sam Raimi se armó de valor, cogió una cámara y a un grupo de actores totalmente desconocidos, y se fue a una cabaña en medio de un bosque a grabar lo que ahora es una obra de culto.
Hay mucha gente que quiere ser director o directora, pero les falta el valor que tuvo Sam Raimi de coger una cámara y ponerse a grabar, ya que siempre se refugian en la excusa de que no tienen medios. Hay unos travellings impresionantes donde se emula "el mal" a través de la cámara, es decir, la propia cámara es "el mal" moviéndose a través del espacio, para rodar esa secuencia en una producción donde haya más presupuesto, utilizarían un equipo mucho más sofisticado, Sam Raimi no lo tenía, pero tenía ingenio y muchas ganas de hacer cine, así que se las apaño gracias a una tabla con ruedas. Raimi demostró tener un enorme conocimiento y una brillante destreza a la hora de utilizar el lenguaje cinematográfico, transmitiendo a la perfección los valores de la película a través de la puesta en escena, manejando con soltura la cámara y utilizando con precisión la iluminación, para crear una atmósfera opresora y bizarra.
Sam Raimi demostró su enorme talento, adaptándose a las circunstancias. Para la historia, tomó ciertas bases preestablecidas y las moldeó a su estilo, añadiendo a la película un valor autorial enorme. Toda la obra en sí es una demostración de estilo, ingenio y talento, una película repleta de detalles caricaturescos, aterradores y divertidos. Toda la obra tiene un carácter gradual, los elementos siempre van en aumento, es una obra que transmite agotamiento, pero cierto tono esperanzador, pero donde en un principio parecía que había esperanza, nos daremos cuenta que no hay absolutamente ningún tipo de esperanza. El clímax es una propuesta potente, sangrienta y demoledora. Nuestro protagonista ya ha sucumbido a la locura y a la pérdida, no tiene nada y eso se traduce a libertad de obrar, y todo culminará en ese final tan visceral.
El personaje de Ash es absolutamente icónico, ha pasado a la historia del cine. El número de secuencias que han pasado a la historia del cine son también incontables, y si sumamos la segunda parte ya ni te digo. La segunda es la obra que afianzó a Sam Raimi, una de las mejores películas de terror de la historia, pero hay que recordar que todo comenzó en esta, donde Sam Raimi era un absoluto desconocido con una historia loquisima que quería grabar sea como sea. Pocos medios que se solventaron con ingenio, carácter y talento, el claro ejemplo de que no se necesitan doscientos millones para hacer una buena película. Un 7'7.
'The Evil Dead' no es una simple película, es la demostración de que no se necesitan grandes medios para hacer una gran obra. Sam Raimi tenía la necesidad de contar una historia, quería hacer una obra bizarra y divertida, no tenía muchos medios, pero da igual, porque quien es buen director, no necesita grandes medios, así que Sam Raimi se armó de valor, cogió una cámara y a un grupo de actores totalmente desconocidos, y se fue a una cabaña en medio de un bosque a grabar lo que ahora es una obra de culto.
Hay mucha gente que quiere ser director o directora, pero les falta el valor que tuvo Sam Raimi de coger una cámara y ponerse a grabar, ya que siempre se refugian en la excusa de que no tienen medios. Hay unos travellings impresionantes donde se emula "el mal" a través de la cámara, es decir, la propia cámara es "el mal" moviéndose a través del espacio, para rodar esa secuencia en una producción donde haya más presupuesto, utilizarían un equipo mucho más sofisticado, Sam Raimi no lo tenía, pero tenía ingenio y muchas ganas de hacer cine, así que se las apaño gracias a una tabla con ruedas. Raimi demostró tener un enorme conocimiento y una brillante destreza a la hora de utilizar el lenguaje cinematográfico, transmitiendo a la perfección los valores de la película a través de la puesta en escena, manejando con soltura la cámara y utilizando con precisión la iluminación, para crear una atmósfera opresora y bizarra.
Sam Raimi demostró su enorme talento, adaptándose a las circunstancias. Para la historia, tomó ciertas bases preestablecidas y las moldeó a su estilo, añadiendo a la película un valor autorial enorme. Toda la obra en sí es una demostración de estilo, ingenio y talento, una película repleta de detalles caricaturescos, aterradores y divertidos. Toda la obra tiene un carácter gradual, los elementos siempre van en aumento, es una obra que transmite agotamiento, pero cierto tono esperanzador, pero donde en un principio parecía que había esperanza, nos daremos cuenta que no hay absolutamente ningún tipo de esperanza. El clímax es una propuesta potente, sangrienta y demoledora. Nuestro protagonista ya ha sucumbido a la locura y a la pérdida, no tiene nada y eso se traduce a libertad de obrar, y todo culminará en ese final tan visceral.
El personaje de Ash es absolutamente icónico, ha pasado a la historia del cine. El número de secuencias que han pasado a la historia del cine son también incontables, y si sumamos la segunda parte ya ni te digo. La segunda es la obra que afianzó a Sam Raimi, una de las mejores películas de terror de la historia, pero hay que recordar que todo comenzó en esta, donde Sam Raimi era un absoluto desconocido con una historia loquisima que quería grabar sea como sea. Pocos medios que se solventaron con ingenio, carácter y talento, el claro ejemplo de que no se necesitan doscientos millones para hacer una buena película. Un 7'7.