The Mountain
July 26, 2019
Mario.mg09
6
May 5, 2025
En la América de 1950, un joven introvertido, tras perder a su madre, decide trabajar con un doctor especializado en terapias y lobotomías. Mientras avanza por el asilo, el joven empieza a sentirse identificado con los pacientes.
La obra te traslada a los años cincuenta y a la vida del doctor Walter Freeman, un personaje que existió en la vida real. Es conocido por defender la psicocirugía, y es una figura polémica al también defender la lobotomia. Así pues, Goldblum interpreta a este doctor, añadiendo toques excéntricos y variopintos a su personaje.
Aún así la obra gira entorno a Andy, quien tras la muerte de su padre, decide buscar a su madre, la cual se halla ingresada en un hospital psiquiátrico.
La parálisis es un elemento importante en el film, tanto para el guión como para lo estético. El director construye toda la obra alrededor de este tema, utilizando las cámaras y los planos para dar sensación de inmovilidad. No hay nada que se mueva en ese sanatorio, todo es parálisis y lobotomías, y los encuadres y el formato cuadrado buscan acentuar este hecho, al igual que busca subrayar lo que los pacientes sienten, colocando al espectador en su lugar. Trabaja muy bien los planos frontales, las angulaciones de cámara y el espacio.
Y más allá del dramatismo, la obra retrata una Estados Unidos moralmente devastadora, repleta de hombres que sacrifican sus valores para conseguir aquello que desean, son hombres hechos a sí mismos, unos populistas que harían lo que fuera por mantener su status, negocio o dogmatismo.
Personas quebrantadas, un vacío moral enorme y un lugar donde transcurre todo devastador. Aún así, el director añade un poco de humanismo con escuetos y medidos gestos de compasión y afecto, un poco de luz entre toda la oscuridad, algo que recuerda un poco a Bresson.
Una obra interesante y técnicamente brillante, pero el guión poco a poco se va apagando hasta concluir en ese esperanzador desenlace, y la narrativa y el ritmo sufren algún altibajo. Aún así me ha sorprendido, realiza una interesante y original reflexión y utiliza muy bien los elementos que la obra posee, y la única pega, a veces le cuesta entretener y resulta algo tediosa, hay escenas con una carga dramática enorme, pero a veces se exceden y no resultan sutiles. Un 6'5.
La obra te traslada a los años cincuenta y a la vida del doctor Walter Freeman, un personaje que existió en la vida real. Es conocido por defender la psicocirugía, y es una figura polémica al también defender la lobotomia. Así pues, Goldblum interpreta a este doctor, añadiendo toques excéntricos y variopintos a su personaje.
Aún así la obra gira entorno a Andy, quien tras la muerte de su padre, decide buscar a su madre, la cual se halla ingresada en un hospital psiquiátrico.
La parálisis es un elemento importante en el film, tanto para el guión como para lo estético. El director construye toda la obra alrededor de este tema, utilizando las cámaras y los planos para dar sensación de inmovilidad. No hay nada que se mueva en ese sanatorio, todo es parálisis y lobotomías, y los encuadres y el formato cuadrado buscan acentuar este hecho, al igual que busca subrayar lo que los pacientes sienten, colocando al espectador en su lugar. Trabaja muy bien los planos frontales, las angulaciones de cámara y el espacio.
Y más allá del dramatismo, la obra retrata una Estados Unidos moralmente devastadora, repleta de hombres que sacrifican sus valores para conseguir aquello que desean, son hombres hechos a sí mismos, unos populistas que harían lo que fuera por mantener su status, negocio o dogmatismo.
Personas quebrantadas, un vacío moral enorme y un lugar donde transcurre todo devastador. Aún así, el director añade un poco de humanismo con escuetos y medidos gestos de compasión y afecto, un poco de luz entre toda la oscuridad, algo que recuerda un poco a Bresson.
Una obra interesante y técnicamente brillante, pero el guión poco a poco se va apagando hasta concluir en ese esperanzador desenlace, y la narrativa y el ritmo sufren algún altibajo. Aún así me ha sorprendido, realiza una interesante y original reflexión y utiliza muy bien los elementos que la obra posee, y la única pega, a veces le cuesta entretener y resulta algo tediosa, hay escenas con una carga dramática enorme, pero a veces se exceden y no resultan sutiles. Un 6'5.