Stranger Than Paradise
October 1, 1984
Mario.mg09
7
September 23, 2025
Dos amigos y la prima de uno de ellos, que acaba de llegar a Estados Unidos desde Budapest, viven en Florida diversas aventuras. Popular película del cine independiente de los ochenta que se rodó en apenas 18 días con un equipo de sólo once personas: tres actores y ocho técnicos.
Tres actores, ocho técnicos, un par de figurantes, dieciocho días de rodaje nada más, y mucho, pero que mucho talento. Jarmusch demuestra una vez más que no se necesitan grandes medios o tres horas de narrativa, para hacer buen cine, demostrando una vez más el porqué es uno de los maestros del cine independiente americano.
Si eres el típico espectador de cine palomitero, esta no es tu película. Te resultará tediosa, aburrida, insulsa e inconclusa. Pero si eres de los que les gustan las películas que suponen un esfuerzo al espectador, vas a descubrir una enorme profundidad en un relato que, sin aparentarlo, resulta una desgarradora historia que retrata una juventud perdida, alienada y sin rumbo.
Una vez más, Jarmusch te coloca en situaciones cotidianas donde no hay ningún peso narrativo aparente, pero donde vas a tener que hacer cierto esfuerzo, leer entre líneas, y darte cuenta de que cada diálogo o cada imagen, esconde un profundo dolor. Otra vez Jarmusch recurre a esa desnudez formal que roza lo bressoniano, para retratar unos personajes que simplemente existen a su manera, sin profundizar ni justificar su psicología, son así y punto, pero el que sean así ya dice mucho.
La obra es una especie de roadmovie episódica, donde tres jóvenes, a medida que pasan más y más tiempo juntos, comenzarán a estrechar lazos, a aprender el uno del otro y, más importante aún, conociéndose a uno mismo. Es un vínculo que surge del instinto de acercarte a aquello que te genera un mínimo de esperanza cuando vives en un mundo grisáceo y desesperanzador.
Otra película más de Jarmusch que sin decir nada, dice mucho... retrata la vida tal y como es, sin aleccionar, un retrato de la parte oscura del mundo, aquella que nunca cambia porque el propio destino no lo permite, aquella que se agarra a cualquier cosa que le despierte alegría... absolutamente siempre en el barco de Jim Jarmusch. Un 7'6.
Tres actores, ocho técnicos, un par de figurantes, dieciocho días de rodaje nada más, y mucho, pero que mucho talento. Jarmusch demuestra una vez más que no se necesitan grandes medios o tres horas de narrativa, para hacer buen cine, demostrando una vez más el porqué es uno de los maestros del cine independiente americano.
Si eres el típico espectador de cine palomitero, esta no es tu película. Te resultará tediosa, aburrida, insulsa e inconclusa. Pero si eres de los que les gustan las películas que suponen un esfuerzo al espectador, vas a descubrir una enorme profundidad en un relato que, sin aparentarlo, resulta una desgarradora historia que retrata una juventud perdida, alienada y sin rumbo.
Una vez más, Jarmusch te coloca en situaciones cotidianas donde no hay ningún peso narrativo aparente, pero donde vas a tener que hacer cierto esfuerzo, leer entre líneas, y darte cuenta de que cada diálogo o cada imagen, esconde un profundo dolor. Otra vez Jarmusch recurre a esa desnudez formal que roza lo bressoniano, para retratar unos personajes que simplemente existen a su manera, sin profundizar ni justificar su psicología, son así y punto, pero el que sean así ya dice mucho.
La obra es una especie de roadmovie episódica, donde tres jóvenes, a medida que pasan más y más tiempo juntos, comenzarán a estrechar lazos, a aprender el uno del otro y, más importante aún, conociéndose a uno mismo. Es un vínculo que surge del instinto de acercarte a aquello que te genera un mínimo de esperanza cuando vives en un mundo grisáceo y desesperanzador.
Otra película más de Jarmusch que sin decir nada, dice mucho... retrata la vida tal y como es, sin aleccionar, un retrato de la parte oscura del mundo, aquella que nunca cambia porque el propio destino no lo permite, aquella que se agarra a cualquier cosa que le despierte alegría... absolutamente siempre en el barco de Jim Jarmusch. Un 7'6.