The Phoenician Scheme
June 6, 2025
Mario.mg09
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June 12, 2025
El magnate Zsa-zsa Korda es un rico empresario europeo que se ve envuelto en una trama de espionaje junto a su hija Liesl, una monja con la que mantiene una relación difícil y a la quiere dejar el negocio familiar.

Wes Anderson siempre tiene el mismo tipo de película, pero con historias distintas. Y a mi tampoco me disgusta, hay más directores como él. Kaurismaki mismamente, quien ha sido una enorme influencia en Anderson, con ese hieratismo, esas pocas emociones, paleta de colores y encuadres milimétricos. Y aunque todas sus películas sean prácticamente iguales, es ya una especie de zona de confort, con la que siempre disfrutas.

Una película con una historia simple, pero como en la mayoría de películas de Wes Anderson, la trama da igual, es sólo una excusa para mostrar cómo los protagonistas se mueven a través de distintos escenarios, interactuando con distintos personajes, siempre interpretados por actores de renombre. En cierto modo los actores no están a favor de la trama, sino la trama a favor de ellos.

Los tres protagonistas están compuestos por Benicio del Toro, haciendo de un magnate que no debería de caernos muy bien, pero lo hace. Y eso es algo que ha hecho en otras ocasiones Anderson, presentarnos a un magnate que por lo general suelen estar caracterizados como personas odiosas, y te los humaniza en cierto modo y hace que te agrade dicho personaje. Luego tenemos a Mia Threapleton, quien me ha sorprendido gratamente, y quien refleja esa fé que orbita la película, y un poco también en cierto modo, refleja la libertad que consigues cuando sales de tu caparazón religioso, ya que vemos cómo tras salir del convento, comienza a beber, a fumar y a poseer joyas ostentosas. Y luego tenemos a Michael Cera, en una obra que es todo prácticamente abstracto y onírico, su personaje no es más que un adorno de esta, quien aún así cumple muy bien porque es Michael Cera y en sí es maravilloso verle siempre.

Es una especie de 'Roadmovie' con una segmentación capitular muy marcada. Benicio del Toro tiene un gran proyecto, y debe ir con su hija recolectando de los distintos inversores que conoce. Y la historia no es nada del otro mundo, pero la capacidad que tiene Wes Anderson de crear escenarios es brillante. Es un obseso de los detalles, de la angulación, del manejo de cámara... cada vez hay menos diferencia entre sus obras animadas y sus películas de carne y hueso, porque la capacidad de creación que tiene un dibujante en su folio, la tiene Wes Anderson a la hora de crear sus escenarios y planos. Anderson tiene todo controlado al milímetro, no deja espacio a nada que no salga de su cabeza. Así que lo dicho, sin ser la mejor historia del mundo, impresiona mucho la capacidad creativa de Wes Anderson, y la capacidad que tiene para generar gags.

Como ya he repetido, Anderson bebe mucho de Kaurismaki, y sus obras son comedias pero con cierto tono melancólico. Y muchos de los gags vienen del hieratismo y la poca expresividad de los actores, mezclada con diálogos rápidos, originales y punzantes. Es muy entretenida porque combina esto, con el hecho de que la obra nunca parece detenerse. Porque cada quince minutos, la obra ha cambiado de escenario y de personajes, y esto añade una agilidad a la narrativa y al montaje enorme.

Entiendo que ya cansen un poco las películas de Anderson, pero a mí, exceptuando alguna, me siguen funcionando. Un 6'7.