Narvel Roth es el meticuloso horticultor de Gracewood Gardens. Está tan dedicado a cuidar los jardines de esta maravillosa e histórica finca como a complacer a su jefa, la rica viuda Sra. Havernhill. Pero el caos se apodera de la ordenada existencia de Narvel cuando la Sra. Haverhill le exige que tome como aprendiz a su rebelde y problemática sobrina nieta Maya. Esta nueva situación va a sacar a la luz oscuros secretos de un pasado violento que también es una amenaza para todos.

Paul Schrader nos trae una maravillosa obra que se balancea entre el nervio y tensión del thriller y la compasión y melancolía. Schrader retoma uno de sus temas favoritos: la redención y posibilidad o imposibilidad de una reinserción. En este caso lo hace a través de nuestro maestro jardinero, un hombre redimido que, en cierto modo y al igual que sus plantas, se ocupa de jóvenes semillas que sólo necesitan un poco de atención y cuidado, para volver a florecer. Ya que al igual que las plantas, las personas estamos dispuestas a revivir después de habernos marchitado.

Schrader nos hablabde segundas oportunidades y del destino, uno que aún no está decidido, sino que nosotros mismos trazamos con nuestras decisiones. Narvel ha dejado a un lado su oscuro pasado, donde odiaba a ciertas personas por su color de piel, sin saber siquiera porqué. Ahora es un maestro jardinero, quien trabaja en el enorme jardín de una cuadriculada y creída señora. Narvel cree haber cerrado cuentas, haberse redimido, pero tras conocer a Maya, descubre que su pasado aún está presente en su vida. Así que decide proteger a Maya, creer en ella y ayudarla a redimirse, cerrando ya por completo con su pasado.

Schrader dirige y escribe con muchísima precisión esta obra. Marca los tiempos de la obra a las mil maravillas, es una obra con un tono enigmático y a su vez perturbador, logra crear una atmósfera brillante a través de un lenguaje cinematográfico pausado y medido. Al igual que sus diálogos: cortos, secos y medidos, sabiendo a la perfección cuándo soltar las bombas. Schrader mantiene tu intriga durante toda la obra y la tensión se acumula hasta explotar en el clímax final, aunque quizás resulte algo insatisfactorio. Schrader eleva mucho las expectativas y quizás no tengamos el final que merecíamos. Aún así logra una obra introspectiva, interesante y brillante en aspectos formales, con unos personajes trazados con muchísimo ingenio y unas interpretaciones maravillosas. Un 6'6.