El éxito de Sutter Cane, un famoso escritor de novelas de terror, no tiene parangón. Pero, inesperadamente, poco antes de entregar a su editor su última novela, desaparece sin dejar rastro. Al mismo tiempo, algunos de sus fans se están volviéndo inexplicablemente violentos. Para encontrar a Cane, el editor contrata al detective John, que está convencido de que todo es un montaje publicitario para promocionar el próximo libro del novelista; sin embargo, no tardará en descubrir que está completamente equivocado.

Comienza la obra y vemos a Sam Neil en un psiquiátrico, pero por poco tiempo, porque un flashback nos traslada al pasado, cuando Neil era un investigador. Este es contratado para averiguar el paradero de un novelista de terror desaparecido, Sutter Cane. Tras la desaparición, sus fans comenzaron a comportarse de manera extraña. Así pues, Sam Neil buscará, dentro del pueblo ficticio que sale en sus libros, al escritor perdido.

Toda la obra está compuesta por numerosas secuencias de un carácter onírico, casi pesadillesco, que son increíbles. La obra termina y vemos a Sam Neil entrando a una sala de cine, para ver una película, la misma que hemos visto todos nosotros. Porque nosotros somos Sam Neil, perdidos en la locura de John Carpenter.

Aún así, la obra termina y sientes que falta algo, sientes que Carpenter no se atrevió del todo a exponer la obra de Cane con la crudeza que merecía. La obra termina y sientes que ese terror, supuestamente enloquecedor, que supone adentrarte en la literatura de Cane, no es suficiente para llevarte a la locura. Y esto sucede por dos motivos.

En primer lugar, si bien es cierto que Carpenter logra recrear una atmósfera oscura y atrapante, no termina de detallar del todo la metanarrativa de Cane, por lo que tampoco terminas de entrar del todo en ella, resultando un retrato bastante superficial. Carpenter construye unos escenarios magníficos, pero que resultan impersonales. Y otro de los motivos, es que la tensión nunca termina de llegar a un punto álgido. Carpenter es muy sugerente a lo largo de la obra, pero no termina de sorprendernos con nada, propone mucho, pero nos deja en las puertas sin mostrar nada.

Aún así es muy destacable la crítica social que propone, porque pese a no profundizar mucho en ello, la obra propone cierta crítica social muy interesante. La obra nos habla del sentido comercial de la literatura de consumo popular y de su impacto en el público. Por otro lado propone cierta crítica a la religión o cualquier otro dogma que utilice el miedo para el control de masas.

Una película que en aspectos formales es formidable, como ya acostumbra en las obras de Carpenter. Quizás el guión no me termina de funcionar del todo, pero me gusta y me parece interesante lo que propone y el cómo lo propone. Quiere rendir tributo a Lovecraft y ejercer cierta crítica social, y lo hace a través de una maravillosa y loca historia de terror. Un 7'2.