Another Woman
October 13, 1988
Mario.mg09
9
September 2, 2025
Marion Post, una brillante profesora de Filosofía, ha solicitado una excedencia para escribir un libro. Un día descubre que desde el estudio en el que se ha instalado para trabajar puede escuchar las sesiones de psicoanálisis de una consulta contigua. Las conmovedoras confesiones de una de las pacientes la llevan a analizar en profundidad su propia vida, que, a partir de entonces, le parece vacía y basada en el autoengaño y el miedo a las emociones.
Marion esta casada con Ken y tiene un hijastra de dieciséis años, Laura. Es el segundo matrimonio de Marion, el primero fue con Sam, quien solía ser profesor de Marion. Sam era mucho mas mayor que ella, era una figura que le suponía un reto y un placer intelectual, pero la cosa se torció cuando él le exigió niños, y ella no quería tenerlos a esa edad, él ya había conseguido todo, fama y reputación, pero ella aún no, su matrimonio era un reto que le generaba morbo intelectual, era una figura de la que podía aprender y crecer, no quería niños que le corten el camino. Volviendo a su segundo matrimonio, Ken solía estar casado con Kathy, pero la engañó durante meses con Marion, hasta finalmente abandonarla por ella.
Ken y Marion viven aparentemente felices. Marion ha pedido una excedencia en su trabajo para escribir un libro, y debido al ruido de las obras que rodean su casa, decide alquilar un pequeño estudio en el centro, pero a través de una rejilla, logra escuchar la habitación de al lado, la cual se trata de la consulta de un psicólogo. Ahí comienza a interesarse por una mujer con una voz sumamente dulce y melancólica, ella relata su vida y sus problemas, Marion escucha atentamente y llega a conectar con esa mujer, en el fondo se ve reflejada, no puede evitar sumergirse en los recuerdos de su juventud, donde comienza a cuestionarse a sí misma y a todo su entorno.
Su padre es un brillante historiador, los educó a ella y a su hermano, Paul, un bohemio holgazan con más sueños que esperanzas. Mientras que Paul nunca se comunicaba con su padre, con Marion llegaba a ser muy exigente y poco empático. Ahora su padre se encuentra en el lecho de muerte, y se arrepiente de haber pasado toda su vida con una mujer de la que no estuvo plenamente enamorado, y de ciertas decisiones que tomó en relación a sus hijos. Paul por otro lado, siente desprecio por Marion, por la falta de comunicación que ha habido a lo largo de los años entre los dos.
Descubre que su hijastra, Laura, pese a sentir plena admiración por ella, la considera algo distante, cuadriculada y soberbia en sus juicios de valor. O que su amiga Claire la repudia, y que se distanció de ella por su carácter superlativo. Una conversación que escucha de casualidad, la lleva a plantearse toda su vida, y descubre a través de los ojos de los demás su verdadero ser, una mujer gélida, exigente, solitaria, insulsa... ella creía ser una amiga, una madre, una hermana... pero todo el mundo la ve como una figura autoritaria, muy alejada de la figura cálida que significa ser una amiga, una madre o una hermana. Marion es una figura admirable y digna de respetar, pero nadie la ve como un ser humano de carne y hueso, alguien capaz de sentir, alguien pasional, capaz incluso de tener relaciones en el suelo... Marion, por primera vez, ve a través de los ojos de los demás, el vacío que reina en su vida.
Marion recuerda con nostalgia a su exmarido, con quien rompió tras abortar para desesperación de él, para posteriormente, con cincuenta años, arrepentirse de nunca haber tenido hijos. Marion también recuerda con cariño a Larry Lewis, un hombre apasionado y profundamente enamorado de ella, a quien rechazo para entregarse a Ken. Finalmente descubre el motivo de la apatía que invadía su matrimonio, Ken la estaba engañando con su mejor amiga. Marion es una mujer que ha conseguido todo lo que siempre quiso ser, pero descubre que quizás, todo ese respeto académico y admiración que los demás sienten por ella, no llene tanto como la admiración y amor incondicional de aquellos quienes te acompañan a lo largo de esta vida.
Ya con cincuenta años y profundizando en sentimientos con los que nunca llegó a ser del todo sincera, echa un vistazo al pasado y reflexiona sobre lo que podría haber sido su vida. Después de toda esa apatía, de esa coraza, de ese autoengaño y de esas mentiras ajenas, después de ese vacío que siente, se sienta y comienza a leer la última novela de su amigo Larry, donde hay un personaje inspirado en ella, y ahí, ante ese precioso retrato que Larry traza de su querida Marion, es cuando por fin y después de tanto tiempo, ese vacío se llena de un sentimiento cálido y agradable. Finalmente es Larry quien ha logrado ver a la persona que hay dentro, y no la figura que hay por fuera.
Como siempre, Woody Allen traza una obra profundamente humana y con una enorme carga filosófica. Allen nos abre decenas de interrogantes, preguntas intrínsecas que no llevan a ninguna parte y que sólo el paso del tiempo responderá, preguntas que causan incomodidad o inquietud, las que nos fuerzan a descubrir qué hay detrás de todo, por qué respiramos, qué sentido tenemos... preguntas que nos fuerzan a enfrentarnos cara a cara contra nuestra propia existencia. Allen nos narra a través de una imágenes bellas, desnudas, sinceras, artísticas, milimetradas, de una composición magnífica, con una paleta de colores otoñal que rezuma nostalgia... entremezclando la inocente realidad con los amargos sueños. Cada diálogo destila genialidad, literariamente pulidos a la perfección y todos con el mismo peso en la obra, no hay ni una sola palabra que sobre. Utilizando también el recurso de la voz en off a la maravilla, impulsando mucho todo el carácter intrínseco de la obra. Y con un casting que está increíble, Mia Farrow lo poco que aparece está magnífica como siempre, Gene Hackman igual, lo poco que aparece está impresionante, pero sobre todo me quito el sombrero con, y me pongo de pie, Gena Rowlands, está descomunal, realiza una interpretación inconmensurable, está natural, sincera y medida, es impresionante lo que logra Rowlands. Una obra maestra más de Woody Allen que disecciona la condición humana y los entresijos de la vida. Un 9'5.
Marion esta casada con Ken y tiene un hijastra de dieciséis años, Laura. Es el segundo matrimonio de Marion, el primero fue con Sam, quien solía ser profesor de Marion. Sam era mucho mas mayor que ella, era una figura que le suponía un reto y un placer intelectual, pero la cosa se torció cuando él le exigió niños, y ella no quería tenerlos a esa edad, él ya había conseguido todo, fama y reputación, pero ella aún no, su matrimonio era un reto que le generaba morbo intelectual, era una figura de la que podía aprender y crecer, no quería niños que le corten el camino. Volviendo a su segundo matrimonio, Ken solía estar casado con Kathy, pero la engañó durante meses con Marion, hasta finalmente abandonarla por ella.
Ken y Marion viven aparentemente felices. Marion ha pedido una excedencia en su trabajo para escribir un libro, y debido al ruido de las obras que rodean su casa, decide alquilar un pequeño estudio en el centro, pero a través de una rejilla, logra escuchar la habitación de al lado, la cual se trata de la consulta de un psicólogo. Ahí comienza a interesarse por una mujer con una voz sumamente dulce y melancólica, ella relata su vida y sus problemas, Marion escucha atentamente y llega a conectar con esa mujer, en el fondo se ve reflejada, no puede evitar sumergirse en los recuerdos de su juventud, donde comienza a cuestionarse a sí misma y a todo su entorno.
Su padre es un brillante historiador, los educó a ella y a su hermano, Paul, un bohemio holgazan con más sueños que esperanzas. Mientras que Paul nunca se comunicaba con su padre, con Marion llegaba a ser muy exigente y poco empático. Ahora su padre se encuentra en el lecho de muerte, y se arrepiente de haber pasado toda su vida con una mujer de la que no estuvo plenamente enamorado, y de ciertas decisiones que tomó en relación a sus hijos. Paul por otro lado, siente desprecio por Marion, por la falta de comunicación que ha habido a lo largo de los años entre los dos.
Descubre que su hijastra, Laura, pese a sentir plena admiración por ella, la considera algo distante, cuadriculada y soberbia en sus juicios de valor. O que su amiga Claire la repudia, y que se distanció de ella por su carácter superlativo. Una conversación que escucha de casualidad, la lleva a plantearse toda su vida, y descubre a través de los ojos de los demás su verdadero ser, una mujer gélida, exigente, solitaria, insulsa... ella creía ser una amiga, una madre, una hermana... pero todo el mundo la ve como una figura autoritaria, muy alejada de la figura cálida que significa ser una amiga, una madre o una hermana. Marion es una figura admirable y digna de respetar, pero nadie la ve como un ser humano de carne y hueso, alguien capaz de sentir, alguien pasional, capaz incluso de tener relaciones en el suelo... Marion, por primera vez, ve a través de los ojos de los demás, el vacío que reina en su vida.
Marion recuerda con nostalgia a su exmarido, con quien rompió tras abortar para desesperación de él, para posteriormente, con cincuenta años, arrepentirse de nunca haber tenido hijos. Marion también recuerda con cariño a Larry Lewis, un hombre apasionado y profundamente enamorado de ella, a quien rechazo para entregarse a Ken. Finalmente descubre el motivo de la apatía que invadía su matrimonio, Ken la estaba engañando con su mejor amiga. Marion es una mujer que ha conseguido todo lo que siempre quiso ser, pero descubre que quizás, todo ese respeto académico y admiración que los demás sienten por ella, no llene tanto como la admiración y amor incondicional de aquellos quienes te acompañan a lo largo de esta vida.
Ya con cincuenta años y profundizando en sentimientos con los que nunca llegó a ser del todo sincera, echa un vistazo al pasado y reflexiona sobre lo que podría haber sido su vida. Después de toda esa apatía, de esa coraza, de ese autoengaño y de esas mentiras ajenas, después de ese vacío que siente, se sienta y comienza a leer la última novela de su amigo Larry, donde hay un personaje inspirado en ella, y ahí, ante ese precioso retrato que Larry traza de su querida Marion, es cuando por fin y después de tanto tiempo, ese vacío se llena de un sentimiento cálido y agradable. Finalmente es Larry quien ha logrado ver a la persona que hay dentro, y no la figura que hay por fuera.
Como siempre, Woody Allen traza una obra profundamente humana y con una enorme carga filosófica. Allen nos abre decenas de interrogantes, preguntas intrínsecas que no llevan a ninguna parte y que sólo el paso del tiempo responderá, preguntas que causan incomodidad o inquietud, las que nos fuerzan a descubrir qué hay detrás de todo, por qué respiramos, qué sentido tenemos... preguntas que nos fuerzan a enfrentarnos cara a cara contra nuestra propia existencia. Allen nos narra a través de una imágenes bellas, desnudas, sinceras, artísticas, milimetradas, de una composición magnífica, con una paleta de colores otoñal que rezuma nostalgia... entremezclando la inocente realidad con los amargos sueños. Cada diálogo destila genialidad, literariamente pulidos a la perfección y todos con el mismo peso en la obra, no hay ni una sola palabra que sobre. Utilizando también el recurso de la voz en off a la maravilla, impulsando mucho todo el carácter intrínseco de la obra. Y con un casting que está increíble, Mia Farrow lo poco que aparece está magnífica como siempre, Gene Hackman igual, lo poco que aparece está impresionante, pero sobre todo me quito el sombrero con, y me pongo de pie, Gena Rowlands, está descomunal, realiza una interpretación inconmensurable, está natural, sincera y medida, es impresionante lo que logra Rowlands. Una obra maestra más de Woody Allen que disecciona la condición humana y los entresijos de la vida. Un 9'5.