Las razas de la noche son unas criaturas mutantes, monstruosos e infernales seres de ultratumba, que han permanecido escondidos durante siglos en la subterránea ciudad de Midian. A este inframundo llega un joven obsesionado por terribles y recurrentes pesadillas...

Una obra que se disfruta por su poderío visual y por Cronenberg, muy divertido verle hacer de villano en esta pesadillesca entrega. La película rebosa imaginación y fantasía, una pena que la historia no esté a la altura.

Es difícil de expresar lo que sientes con la historia, es constantemente imprevisible y original, porque lo es, pero tienes todo el rato la sensación de que la obra se va construyendo sobre la marcha, parece que no hubiese nada planificado hasta el clímax, donde sí parece que haya más orden. Baker no se complica mucho a la hora de desarrollarlo todo, ni a la hora de explicar el motivo de los comportamientos de nuestros personajes. Ni siquiera te relata el origen de los inexplicables sucesos que invaden la película.

Se nota que quiere aleccionar en cierta forma, pero no sabes cómo. Los monstruos viven alejados del ser humano, huyendo de los peligros del exterior y del propio humano, más peligroso aún, pero no termina de profundizar en un tema que, precisamente, da mucho juego. Quizás tengan miedo de ser capturados y exhibidos al estilo King Kong, pero nunca lo sabremos, los personajes resultan hasta planos por la poca profundidad.

La podrás disfrutar si te olvidas de que la piedra angular de toda obra es el guión, porque el repertorio de maquillaje y goma es increíble, los monstruos están muy bien logrados, muy artesanales y variopintos. Sabiendo que es el director y creador de 'Hellraiser', y que esta obra está basada en una novela, 'Cabal', que él mismo escribió, pues hombre, uno espera un poco más. Muy desaprovechada. Un 4'7.